miércoles, 19 de mayo de 2010

Tomaré lo mismo que ella




¡Ay, qué duro es ser mujer!

Menos mal que ahora ya no se lleva eso de fingir el orgasmo para mantener alto el ego de la pareja. Yo creo que todos podemos fingir en cualquier momento de nuestra vida, no sólo el orgasmo. Una noticia que no nos parece tan buena, una sorpresa que no es tan emocionante o incluso un chiste que no nos hace tanta gracia. Todos intentamos agradar al resto de una manera u otra, y fingir el orgasmo es una manera de hacer creer a la otra persona que hemos conseguido alcanzar un placer que no tenemos.

Somos libres a la hora de controlar nuestras acciones y emociones, pero fingir el placer que no conseguimos puede hacer que en las futuras relaciones nos suceda lo mismo y todo se convierta en un acto aburrido y rutinario. El sexo debería ser placentero, divertido, intenso, una búsqueda constante y, para ello tenemos que intentar que los dos (tres, uno...) estemos a gusto y consigamos disfrutar.

Las mujeres, por lo general, yo me incluyo, no solemos pedir muchas cosas, ya sea porque nuestra educación de niñas buenas no lo permite, o que siempre hemos visto el sexo como algo único de los hombres, y tal como nos han educado parece que hay que cubrir las necesidades del otro, sus deseos, sin que nosotras contemos. Pero eso no es culpa sólo de la educación, también nuestra.
Ahora que tenemos más conocimiento (y una maleta roja) y podemos explorar cosas que antes serían impensables. Tenemos que empezar por pedir lo que nos gusta, a el/la que nos gusta, dejando el pudor a un lado, investigando nuestro cuerpo y el de nuestra pareja, nuestros deseos y seguro que llegamos a sorprendernos.

Ahí queda eso.

Escuchando: Ella F. and Louis Armstrong - Let's Call the Whole Thing Off

3 comentarios:

  1. me encanta esta peli!

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  2. Total y absolutamente de acuerdo!!!!

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  3. pues tampoco esta de mas fingir de vez en cuando para agradar a tu pareja, pero solo un poqueito

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